agosto 29, 2004

La ilusión de un comienzo y un fin

Es difícil iniciar una nueva vida si al hacerlo tienes que borrar partes de tu vida anterior, es difícil cambiar repentinamente de camino, si al hacerlo sabes que nunca mas regresaras a la ruta inicial. Es difícil habitar un nuevo hogar, si al hacerlo tienes que abandonar el refugio con el cual iniciaste tu camino.
Estoy emocionado porque por fin he dado un paso mas hacia el futuro que tanto había planeado, porque parte del sueño compartido de anyanka y mío, ha iniciado. Y es que desde el momento en que iniciamos nuestra vida en pareja, alimentamos nuestros anhelos con sueños, alimentamos nuestra esperaza con ilusiones fantásticas. Y no veíamos llegar el día en que por fin parte de nuestro sueño se volvería realidad. Con esfuerzo, con dedicación, incluso con sacrificio hemos empezado a ver logradas nuestras metas. Para serles más directo, el día de ayer nos hemos cambiado a nuestra casa propia.
No es propósito de este escrito darles un detalle de las peripecias del cambio de casa, ni mucho menos contarles de los inconvenientes del proceso. Para eso, es necesario muchos posts de estos, los cuales como sabrán, no me da tiempo para escribir. Igual y a lo largo de mis múltiples blogs los podrán ir leyendo, siempre y cuando, claro esta, les dedique unos momentos.
Continuando.
Emociones a flor de piel, que contrastan entre sí, la alegría de prender el primer foco que iluminara la sala, la tristeza de apagar otro y dejar a oscuras el lugar que alguna vez nos hizo tan felices, la ilusión de planear la ubicación y apariencia de los muebles que no hemos comprado todavía, la añoranza de un cuarto vacío y sucio que guarda en sus paredes los momentos agradables de nuestro existir. El placer de espacios más grandes y confortables, el recuerdo de aquellos a los que ya estabas acostumbrados. La ansiedad de vivir en una casa que ya es considerada tuya, la zozobra al abandonar a la que no era tuya, pero que considerabas como tal.
A apagar cada una de las luces de nuestro antiguo hogar, mientras en forma de broma anyanka y yo entonamos una canción famosa de despedida, me permito expresar en mi rostro unas pequeñas lagrimas, en tributo a aquel lugar que nos vio nacer como pareja, en remembranza al conjunto de paredes que vivieron junto con nosotros los momentos de felicidad y tristeza que nos forjaron como un matrimonio. Muchos dirán que exagero, pero la verdad es que si es difícil dejar todo esto atrás. No me paso con las antiguas casas que rente, porque no significaban nada para mí, esta en especial, por las razones que les conté si las tiene.
Hoy en la mañana, al despertar en mi nuevo hogar, los sueños, anhelos y fantasías ya estaban retumbando en las nuevas paredes. Mi esposa, entusiasta me avisa que hay muchas cosas que hacer, muchas cosas que comprar y muchas cosas por planear.
Inicia un nuevo ciclo en nuestras vidas, en un nuevo hogar. Tal como lo habíamos soñado.