Lunes 21/Abril/2003 "Vacaciones entre la gloria y el infierno"
Largas fueron las vacaciones, muchos de ustedes seguramente aprovecharon el momento para descarriar su alma y llenar sus arcas de pecados acumulables. Muchos se emborracharon hasta no saber mas de sí, muchos enriquecieron su espíritu con el sagrado sabor de la liberación de sensaciones, dejando a la suerte el actuar, disfrutando de la liberación de sus apaciguadas y frustradas almas. Sintieron el rozar del viento sobre sus melenas ficticias, dejaron que el sol acariciare su piel sedienta de rayos rejuvenecedores, hastiados de la sombra que inundaba su vida cotidiana, corrieron a los brazos de Morfeo, a los brazos de vaco, a los brazos de Eros, a los brazos del primer ser humano que los acompañara en camino hacia la perdición.
Tanta diversión, tanto regocijo, tanto desenfreno, tanta alegría, tanta estupidez bien lograda, tantas cosas que engloban el circulo de la diversión vacacional.
Se olvidaron de la guerra, se olvidaron del odio hacia Bush, se olvidaron de atosigamiento del trabajo, se olvidaron del desprecio de sus jefes, se olvidaron de la humillación cotidiana, se olvidaron del hambre, de los impuestos, de la tenencia, del crimen, de la quincena, de los próximos gastos.
Con tan solo recordar lo bueno de estas vacaciones, les durara la sonrisa una semana mas, hasta que por fin se den cuenta del fastidio cotidiano de vivir en esta gran ciudad. Si no es que algunos fueron balaceados con la cruda realidad al inicio de la jornada laboral.
En mi caso, decidí limitar mis excesos, y disfrutar de otra manera mis tan merecidas vacaciones. En compañía de mi eterno amor, solos en esta gran ciudad disfrutamos como pocos el silencio de las calles, la tranquilidad que pocas veces se ve. Claro de vez en cuando interrumpidos por el sonar de las sirenas, muestra fidedigna que no se les puede dar tantita liberta en las calles, porque insofactos la agarran como pista de carreras y se van a estrellar con el árbol más cercano. Fuera de eso, y las enormes colas para ir a La cola, las grutas y presa, se diria que la ciudad estuvo excelentemente disfrutable.
¿Alguien se acuerda porque se nos dieron estos dias de vacaciones?
Lo dudo, porque precisamente, muchos de nosotros, hicimos exactamente lo contrario.
abril 21, 2003
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