octubre 21, 2003

Añorando ser libres
Dejo mi mente reposar por unos minutos, dejo mi mente transportarse a las dimensiones que normalmente visita, dejo a mi mente jugar con las inquietudes cotidianas y dejo que las transforme en posibilidades fantasiosas. Dejo a mi mente que inicie su ejercitación diaria. Le quito las ataduras que en el transcurso del día la tienen aprisionada, le quito el freno, la dejo liberarse de mi, la dejo que fluya en su habitad natural.
Le entrego la llave de sus cadenas. Ella presurosa lo primero que hace es tumbar el caparazón, y empieza la liberación de mi ser.
En ese momento ya no lo noto, sucumbo inconsciente en el rito del descanso, mi conciente se desconecta, mi cuerpo yace rígido en un apartado colchón alejado del mundo como lo conocen, apartado del mundo privado. Empieza el proceso de regeneración corporal, y muchas cosas mas que supongo que pasan, pero que me es difícil explicar por desconocimiento, porque no respondo a sensaciones externas, simplemente porque me encuentro inmerso en el sueño diario.
Algo paso en mi mente, algo paso en mi cuerpo, algo que desconozco, tal vez mi mente se disparo al infinito, jugando con las permutaciones de sensaciones electrónicas que el cerebro genera, provocando bizarros y desconocidos ambientes, momentos y acciones. Esas acciones que débilmente recuerdo al despertar, que confundo con mis fantasías, con mis anhelos, que confundo otras mas con situaciones reales. Se que algo mas hubo, dado que siento mi mente mas ágil, mas despierta, diferente a como la deje anteriormente.
Mi cuerpo pasa por el mismo o similar proceso, no se si mi alma se desconecte, si mis células empiecen sus diario trabajar, o mi propio cuerpo inicie el proceso de reconstrucción interna, solo se que en algo esta ocupado, porque no puedo tomar control de el, no puedo hacerlo mover a mi antojo, la voluntad me abandona, y entre sueños siento su trabajar. Aunque en algunas ocasiones lo siento descansar.
Despierto diferente, despierto lentamente, recuperando poco a poco el control de mente y cuerpo, me es imposible rápidamente tomar poder de ambos, tal vez no se acostumbran a la idea de que soy yo el que los controla a ellos, tal vez se rehúsan a regresar al estado limitado que diariamente los llevo, aprisionados, controlados, privados de su libertad. Si poder realizar las actividades que son de su preferencia, que las hacen disfrutar al máximo su potencial. Tal vez tan solo estén esperando el momento de que llegue la hora de dormir, y asi ser libres otra vez, y olvidarse del amargo sufrir. Añorando el momento, es que yo sea capaz de dejarlos ser libres a la luz del día, en todo momento y en todo lugar.

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