mayo 17, 2005

¿Has deseado alguna vez borrar algo tu mente?.

Mensajes confusos, imagen difusas. Momentos extraños, lamentos amargos. Dos de la mañana, las imágenes de mi mente carcomen mi cerebro. Haciendo sangrar la venas. Me levanto llorando. Triste y desolado. El ángel de la noche cae envuelto en llamas, gritando desconsolado, sufriendo el fracaso logrado. Mis manos lo levantan haciendo un esfuerzo mas que humano. El olor a azufre penetra en todo mi cuerpo , restándome fortaleza. Y siguen cayendo cuerpos quemados del cielo. Caballos sangrantes, alas consumidas por el fuego. Rebotan en el piso levantando una capa de polvo. Se mezclan en el ambiente, Sangre, sudor y lagrimas. Un dragón sobrevolando el cielo, retador, desafiante, lanzando llamas de fuego por la boca. Empuñando una espada en unas de sus filosas garras. Cortando de tajada las cabezas de los Ángeles que se acercan presurosos. Sabiendo que su destino esta ya echado. Valerosos, sin armas arremeten contra el gran animal volador, intentando con todas sus fuerzas detenerlo. Siendo brutalmente cortados mientras caen envueltos en fuego. El tiempo esta acortándose. Las legiones están acabándose. No hay poder divino que termine esta masacre.
En cielo oscurecido, dejando caer enormes bolas de fuego. Mitad cuerpos de Ángeles que han sido derrotados, mitad enormes piedras rojizas ardientes. Destruyen todo aquello que se topan en el camino. Acabando con cualquier ser viviente que se encuentra bajo de ellos.
Sangrado encuentro mi cuerpo, mitad sangre de Antón, mitad sangre mía. Descubro mi piel quemada, unida a la piel de el. Sus ojos tristes me miran. Penetrando su mirada. Dejándome ver imágenes mas atroces aun. El inicio de esta batalla sangrienta, y lo que es peor aun, el final de ella. En sus ojos las imágenes se ven cada momento mas claras. Entiendo su pesar. El hecho de saber el final, no los excusa de no intentar cambiar el destino fatal. Valerosos esfuerzos por cambiar el futuro. Intentando levantarse, es detenido por la punta de una espada. Hasta ese momento no había notado que sigilosamente se acercaba el dragón. Poco a poco el ambiente era inundado de una mezcla de azufre, miel y amonio. Sofocante aire caliente entrando a mis pulmones. La garra del monstruo tomo el cuerpo sangrante de Antón. Apretándolo fuertemente, escuchando el crujir de sus huesos. Viendo como una de las alas era arrancada de tajo.
Sentí la mirada fija hiriente de aquel atacante. Su dientes filosos parecían moverse, dejando pasar entre ellos fragmentos de cuerpos quemados. Hasta ese momento sentí miedo, sabiendo el destino de mi amigo, sabiendo el final tormentoso. Esperando el final doloroso.
En mi mente retumbaban unas palabras emitidas por el dragón en un lenguaje extraño, diabólico pudiera decir yo. Palabras que se me hacían conocidas. Palabras que no hallaba significado.
¿Dyaset Valseret vus?[1] ¿Dyaset gorgona dan Karjo vus?[2]
Maldito desgraciado verdadero aborto del Demonio.

[1] ¿Tienes Miedo?
[2] ¿Estas a punto del infarto?

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